Las cuestiones relacionadas con la eficiencia energética y el confort de los usuarios cada vez cobran más importancia, los termostatos se están convirtiendo en herramientas insustituibles en nuestros hogares y oficinas.
Gestionan las condiciones térmicas de las habitaciones y permiten un uso óptimo de la energía, al tiempo que protegen nuestro planeta.
Uno de los fabricantes que ofrece productos que pueden utilizarse con éxito en un termostato moderno es la empresa japonesa Murata. Esta empresa, famosa por sus componentes electrónicos de alta calidad, está distribuida por TME y ha elaborado un sencillo diagrama de bloques de este tipo de dispositivos, indicando al mismo tiempo el uso de sus elementos en el dispositivo de destino.
A primera vista, el termostato puede parecer un dispositivo pequeño y de funcionamiento sencillo. Sin embargo, bajo su delgada carcasa se esconde una tecnología avanzada que tiene como objetivo mantener una temperatura constante en la habitación, de acuerdo con las preferencias de los usuarios.
Los termostatos mecánicos tradicionales constan de dos elementos principales: un sensor de temperatura y un interruptor mecánico. Cuando la temperatura alcanza un valor establecido, el sensor activa un mecanismo que cierra o abre el circuito de calefacción o refrigeración.
Los nuevos termostatos están equipados con soluciones mucho más tecnológicas. En su interior se pueden encontrar precisos sensores electrónicos de temperatura, controladores integrados mediante algoritmos de aprendizaje automático, memorias, módulos de comunicación inalámbrica, baterías y componentes que permiten el contacto con el usuario, como zumbadores.
