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Cómo seleccionar las fuentes de alimentación para dispositivos médicos

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Artículo escrito por James Spencer, especialista técnico de productos Murata de AVNET Abacus para Europa

Garantizar la seguridad en el uso de los equipos eléctricos resulta importante en cualquier aplicación, pero en el sector de la sanidad puede resultar particularmente desafiante y convertirse en un auténtico desafío.

En este contexto, la protección se extiende más allá del técnico del equipo. Los dispositivos médicos, como las sondas de ultrasonidos, los tensiómetros y los pulsioxímetros, se suelen utilizar muy cerca de los pacientes o, incluso, tener contacto con ellos. Esto aumenta el riesgo potencial de que el paciente reciba una descarga eléctrica, que podría tener graves consecuencias. Para mitigar este riesgo, tanto la fuente de alimentación como el propio equipo médico deben cumplir unos estrictos criterios de seguridad.

Este artículo pretende ayudar en el proceso de selección de la fuente de alimentación correcta para aplicaciones médicas. Aborda los principales factores para tener en cuenta a la hora de identificar la opción de alimentación óptima y ofrece una breve descripción de parte de la terminología involucrada antes de demostrar cómo aplicar los criterios de evaluación en la práctica.

¿Qué es una fuente de alimentación CA-CC de grado médico?

Las fuentes de alimentación CA-CC para equipos médicos deben ser evaluadas por el fabricante para determinar si necesitan certificación según los últimos estándares del sector sanitario. El tipo de fuente se suele elegir en función de la aplicación, siendo el factor “crítico” si el paciente estará en contacto directo, o no, con el equipo.

IEC/EN 62368 cubre la seguridad eléctrica de equipos conectados a la red eléctrica, como ordenadores y sistemas de audio/vídeo. Este estándar se aplica a la fuente de alimentación, cualquier subsistema y el sistema final. Sin embargo, un modelo que sea conforme a IEC/EN 62368, pero no esté aprobado para el sector sanitario, puede ser adecuado para algunas aplicaciones de atención médica.

IEC 60601-1 (ahora en su cuarta edición) define los criterios de seguridad y las especificaciones para cualquier equipo conectado a una fuente de alimentación principal que se utilice para monitorizar, diagnosticar y tratar a un paciente. Tales equipos incluyen monitores de frecuencia cardíaca, dispensadores de medicamentos y láseres quirúrgicos. El estándar se aplica a todo el sistema, por lo que las fuentes de alimentación externas y los adaptadores montados en pared también tienen que estar certificados.

Además, hay que recordar que contar con una fuente de alimentación que “afirma” estar certificada según los estándares de aprobación médica no siempre significa que el producto final que alimenta cumplirá la normativa IEC/EN 60601.

En comparación con fuentes de alimentación de propósitos generales, las versiones de grado sanidad suelen tener una corriente de fuga muy baja entre los lados “vivo” y “aislado” y poseen una distancia de fuga mayor a través de la barrera de aislamiento, entre otros requisitos internos. Para aclarar esto, la fuga (creepage) es la distancia medida a lo largo de la superficie del material aislante entre dos puntos, y la separación (clearance) o el espacio libre es la distancia directa a través del aire entre ellos.

Ahora, que disponemos de una definición de alto nivel de fuente de alimentación de grado sanidad, vamos a profundizar en el proceso de selección y la terminología aplicada.

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