Ricoh Europe ha lanzado el R3152, un detector de tensión de eventos de alta precisión que opera con una alimentación de 42 V para responder a las necesidades de una amplia variedad de aplicaciones en automoción, entornos industriales y equipos de consumo.
El dispositivo se compone de dos detectores de tensión, cada uno de ellos con histéresis que ayuda a disminuir la sensibilidad al ruido y garantizar un funcionamiento estable. De esta forma, una sola unidad puede realizar la detección de ventana y de elevación y caída de voltaje, ofreciendo una señal de reseteo cuando la tensión de alimentación supera un determinado umbral.
Los detectores convencionales suelen supervisar fuentes de alimentación de baja tensión y comparten la fuente con un procesador. En caso de fallo de esta fuente de alimentación, el detector “cae” o se convierte inestable.
El detector de tensión de eventos R3152, por su parte, aporta diversas ventajas de uso en un entorno de mayor tensión, como sucede en baterías de automoción y equipos industriales, y funciona de forma independiente a la fuente del procesador. Así, aporta una supervisión más segura con la señal de reseteo apropiada.
Además, la separación entre el pin de fuente de alimentación y el pin de sensado hace que el detector sea más flexible al monitorizar una tensión en el circuito.
Un regulador de tensión integrado estabiliza la fluctuación de una batería de vehículo, incluso durante el arranque. El R3152 monitoriza cualquier subida o bajada en la tensión de alimentación del procesador y, por consiguiente, detecta un fallo de operación del sistema. Esto resulta particularmente útil en aplicaciones de seguridad crítica en automoción (ECU y ADAS).
Formato del detector de tensión de eventos
El detector se suministra en un encapsulado robusto SOT-23-6 (2.9 x 2.8 x 1.1 mm) que es compatible con AEC-Q100.
